A medida que Kamala Harris impulsa su campaña presidencial, está delineando cómo enfrentará los desafíos más urgentes del país. En sus discursos, ha respaldado las políticas de Joe Biden, como la reducción de los costos de medicamentos y la condonación de deudas estudiantiles, aunque también ha destacado diferencias clave, especialmente en su postura sobre el conflicto entre Israel y Hamas.
En contraste con su campaña presidencial de 2020, Harris ha moderado algunas de sus posturas más progresistas, como su apoyo al sistema de salud de pagador único y la prohibición del fracking. Este cambio refleja una estrategia más centrada en atraer a un electorado amplio.
Se espera que Harris imprima su propio enfoque en temas como el aborto, la economía y la inmigración, buscando equilibrar la atribución de los logros de la administración Biden sin asumir por completo las críticas a sus fallos.
Fuente: CNN