Sandra Hemme, una mujer estadounidense que pasó 43 años en prisión por un crimen que no cometió, ha sido liberada. Hemme fue condenada a cadena perpetua en 1980 por el asesinato de Patricia Jeschke, empleada de una biblioteca en Misuri, basándose en una confesión obtenida mientras estaba bajo sedación en un hospital psiquiátrico. Tras una revisión profunda del caso, se concluyó que no existían pruebas que la vincularan con el crimen.

 

El fallo que anuló la condena de Hemme fue emitido el 14 de junio por el juez Ryan Horsman, quien señaló que había pruebas claras de su inocencia que no fueron presentadas durante su juicio inicial. Entre las irregularidades encontradas se reveló que la policía ignoró evidencias que señalaban a Michael Holman, un agente local que luego fue encarcelado por otro delito y falleció en 2015. La evidencia incluía la presencia de la camioneta de Holman en la escena del crimen y la utilización de la tarjeta de crédito de la víctima.

 

Hemme, que ha estado recibiendo tratamiento psiquiátrico desde los 12 años, fue interrogada bajo la influencia de fuertes sedantes y medicamentos antipsicóticos, lo que comprometió la validez de su confesión. Durante el interrogatorio, Hemme no estaba consciente y apenas podía responder coherentemente debido a los efectos secundarios de los medicamentos. La revisión judicial destacó que no existía evidencia forense ni testigos que la vincularan al asesinato.

 

Finalmente, Hemme fue liberada el 19 de julio y se reunió con su familia. Ahora de 64 años, vivirá con su hermana mientras su caso sigue en revisión para limpiar completamente su nombre. Su equipo legal del Innocence Project continuará luchando para limpiar sus cargos. Hemme enfrenta una nueva realidad tras su liberación, necesitando apoyo tras haber pasado la mayor parte de su vida en prisión sin derecho a seguridad social.

 

 

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