La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) ha golpeado

esta semana a varias comunidades autónomas en España, generando lluvias torrenciales y granizo que afectarán gravemente a Andalucía y la Comunidad Valenciana. Hasta el momento, el impacto de la DANA ha sido devastador, con más de 60 víctimas mortales y numerosos daños personales y materiales. Imágenes de rescates dramáticos muestran a los bomberos ayudando a conductores atrapados ya vecinos de Ribera Alta y Llombai intentando drenar el agua de sus hogares. Para hacer frente a la tragedia, el Ministerio de Defensa ha movilizado equipos especiales, incluyendo morgues portátiles y perros de búsqueda, ante el temor de que puedan encontrarse más víctimas bajo el lodo.

Este fenómeno atmosférico se forma cuando una masa de aire frío en altura entra en contacto con el aire cálido de la superficie, generando condiciones de inestabilidad que provocan lluvias intensas, vientos fuertes y, en algunos casos, granizo. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) introdujo el término DANA para diferenciarla de la “gota fría” tradicional, cuyo origen está en el alemán y que describe cualquier lluvia abundante en otoño, especialmente en la costa mediterránea. La intensidad de las DANAS depende de la diferencia de temperatura entre la masa de aire frío y el cálido mar Mediterráneo, donde las aguas superan actualmente los 23 grados, una temperatura que aporta gran energía a las tormentas.

Según expertos como Jorge Olcina, ex presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles, los efectos de las DANAS en el Mediterráneo son comparables a los de un huracán tropical, aunque con menor fuerza en el viento. Sin embargo, las lluvias intensas y sostenidas las convierten en uno de los fenómenos más dañinos de la región. AEMET prevé que la DANA se prolongue hasta la próxima semana, aunque con lluvias menos intensas y de menor duración, hasta que esta masa de aire frío vuelva a integrarse en una corriente de chorro o se mezcle con aire templado.

Fuente: El Independiente