Priorizar la salud cardiovascular a través de hábitos alimenticios puede ayudar a reducir el colesterol LDL, conocido como colesterol “malo”. Un diagnóstico de colesterol alto a menudo conlleva la necesidad de tratamientos médicos, pero hay cambios en el estilo de vida, especialmente en la dieta, que pueden ser efectivos.

Tres cambios alimentarios para reducir el colesterol

  1. Aumentar el consumo de fibra soluble
    La fibra soluble se une al colesterol en el sistema digestivo, ayudando a eliminarlo del cuerpo. Alimentos como la avena, legumbres (lentejas, garbanzos) y frutas (manzanas, cítricos) son ricos en fibra soluble y pueden reducir significativamente los niveles de LDL.
  2. Sustituir grasas saturadas por grasas insaturadas
    Las grasas insaturadas, como las monoinsaturadas y poliinsaturadas, ayudan a reducir el LDL y aumentar el colesterol “bueno” (HDL). Se recomienda usar aceite de oliva virgen extra en lugar de mantequilla y consumir nueces y otros frutos secos en cantidades moderadas.
  3. Incluir alimentos ricos en Omega-3
    Consumir pescado graso al menos dos veces por semana y fuentes vegetales de omega-3, como semillas de chía o nueces, puede proporcionar beneficios adicionales para la salud cardiovascular.

Estos cambios alimentarios, es importante adoptar un estilo de vida activo, realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol para optimizar los niveles de colesterol y mejorar la salud en general. Estos hábitos no solo ayudan a controlar el colesterol, sino que también mejoran la energía y el bienestar general.

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