Hace más de siete décadas, los tigres de Kazajistán desaparecieron debido a la caza y la pérdida de su hábitat. Sin embargo, en un esfuerzo monumental de conservación, estos majestuosos felinos están regresando a su hogar ancestral. La Reserva Natural Estatal de Ile-Balkhash, en Kazajistán, ha sido testigo de un cambio notable en su ecosistema, gracias a un ambicioso programa de reintroducción liderado por el Gobierno de Kazajistán, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La región de Ile-Balkhash, que abarca alrededor de 4,151 kilómetros cuadrados, ha experimentado una transformación significativa. Hace una década, esta área carecía de grandes mamíferos y sus matorrales, pantanos y bosques estaban degradados. Hoy en día, especies raras como el ciervo de Bujará y el Kulan, un tipo de asno salvaje, pastan en la vegetación restaurada.
En septiembre de 2024, dos tigres de Amur, Bodhana y Kuma, fueron trasladados desde Stichting Leeuw, un santuario de grandes felinos en los Países Bajos, a un recinto seminatural de tres hectáreas dentro de la reserva Ile-Balkhash. Estos tigres fueron seleccionados por su similitud genética con los tigres del Caspio, que alguna vez habitaron la región antes de su extinción en la década de 1950.
El traslado de Bodhana y Kuma fue una operación logística impresionante. Los tigres viajaron por tierra desde los Países Bajos a Alemania, desde donde realizaron un vuelo de seis horas en la bodega de un avión comercial hasta Kazajistán, y luego un viaje en helicóptero de 20 minutos hasta la reserva. Este esfuerzo refleja el compromiso global con la conservación de especies en peligro.
Stuart Chapman, director de la iniciativa Tigers Alive de WWF, describió este evento como un momento histórico para la conservación. “Esta reintroducción de tigres es un paso fundamental no solo para devolverlos a su patria histórica, sino también para recuperar la naturaleza de todo un ecosistema”, afirmó Chapman. Se espera que las crías de Bodhana y Kuma sean los primeros tigres salvajes en habitar Kazajistán en décadas, marcando el inicio de una población saludable de tigres en la región para 2035.
El regreso de los tigres a Kazajistán no solo es un triunfo para la conservación de la biodiversidad, sino también un símbolo de esperanza y resiliencia. Este proyecto demuestra que, con esfuerzo y colaboración internacional, es posible revertir el daño causado al medio ambiente y restaurar el equilibrio natural.
📷: CNN