El número de niños con diabetes tipo 1 ha crecido casi un 40% desde 1990, con más de 222.000 menores de 15 años diagnosticados en 2021, según un estudio publicado en JAMA Pediatrics. Aunque la enfermedad, una afección autoinmune que requiere insulina diaria, es más común en países de altos ingresos como Finlandia, que registra la tasa más alta del mundo (70 casos por 100.000 niños), también se enfrenta a un aumento en regiones como Europa del Este y el sur de Asia.

A pesar del incremento global de casos, la mortalidad asociada a la diabetes infantil ha disminuido significativamente, con 4.280 muertes reportadas en 2021. Este avance se atribuye a mejoras en el tratamiento y diagnóstico oportuno, aunque las complicaciones a largo plazo, como enfermedades cardíacas y renales, siguen siendo una preocupación. Los expertos también señalan factores ambientales, como la exposición limitada a la luz solar en países del norte, y desigualdades en el acceso a la atención médica como posibles causas del aumento.

El estudio destaca la necesidad de intervenciones tempranas, incluyendo monitorización genética e inmunoterapia, especialmente en países de ingresos bajos y medios, donde la carga sigue siendo considerable. Investigadores como el doctor Xiaodong Sun subrayan que, aunque la prevención de la diabetes tipo 1 es compleja, estas medidas pueden ayudar a reducir su impacto global y mejorar los resultados en niños afectados.

Fuente: EURO NEWS