El movimiento 4B, nacido en Corea del Sur en 2016 como una postura feminista radical para abstenerse de interactuar con hombres debido a las estructuras patriarcales, resurgió con fuerza en las redes sociales tras la reelección de Donald Trump. Sus principios no tener sexo, citas, matrimonios o hijos con hombres se popularizaron inicialmente como respuesta al movimiento #MeToo y a la lucha contra los estándares opresivos de la feminidad en el país asiático. Ahora, el interés por el movimiento aumentó un 450% en búsquedas en Google tras la victoria republicana en las elecciones presidenciales de 2024.

La conexión con Trump no es casual: su mandato estuvo marcado por políticas que restringen derechos reproductivos, como la anulación de Roe vs. Wade en 2022, y por su historial de acusaciones de abuso sexual. El regreso de Trump al poder ha intensificado la preocupación por el impacto de líderes misóginos en la cultura política y social. Figuras como Andrew Tate y Joe Rogan, que promueven discursos contra las mujeres, se popularizó entre hombres jóvenes, alimentando la percepción de una creciente misoginia en sectores de la sociedad estadounidense.

Aunque el movimiento 4B no busca una abstinencia heterosexual masiva, provocó un debate cultural significativo. Su viralización evidencia un descontento generalizado entre mujeres frente a las actitudes misóginas de la sociedad. Aunque su impacto a largo plazo es incierto, el movimiento logró posicionarse como una herramienta simbólica para cuestionar los roles de género y denunciar la falta de avances en igualdad de derechos.

Fuente: EURO NEWS